Tuesday, July 5, 2011

BAROJA Y NESSI, PÍO. DEL FAMOSO REALISMO LITERARIO A LA NOVELA NEGRA.

BAROJA Y NESSI, PÍO.

Uno de los más grandes y fecundos novelistas españoles de todos los tiempos. Nació en 1872 - San Sebastián-. Murió el 30 de octubre de 1956, en Madrid. De pocos escritores se sabe tantos pormenores como de la vida de Baroja. Baroja publicó 6 tomos de sus Memorias (1944-1949).  Dichas Memorias constituyen  una fuente inagotable de pormenores para cualquier estudioso de la obra del escritor.
Baroja empezó estudiando Medicina en Valencia, doctorándose en Madrid en 1983. Su profesión la ejerció sin embargo, solo dos años. Luego, se trasladó a Madrid  y tanteó con varios negocios, se dedicó por un período de su vida al periodismo.
Asimismo, se dice que Baroja fue admirador de Nietzche y de Schopenhauer que influirá en una literatura pesimista, despreciador de la retórica y de la gramática. De carácter fuerte y testarudo Baroja también fue recalcitrante enemigo de la religión.
En 1900 se publica su primer libro (Vidas sombrías) cuentos en los que no se encuentran florituras de estilo, es una prosa rica y directa.
Sobre este punto el crítico Cejador manifestó en una oportunidad:  "Baroja, despreciador de la retórica y de la gramática, ha compuesto novelas en las cuales se retrata su espíritu y, por lo mismo, el espíritu rebelde, independiente, cerril y pícaro de los españoles, haciendo verdaderas novelas picarescas modernas, solazándose en personajes de la hez social..."
Otro gran crítico, Cansinos- Assens, en 1916 señaló: " De la estirpe folletinesca tiene la pródiga inventiva, el arte de coordinar y de acumular los episodios, la virtud taumatúrgica de conciliar los extremos y violar  graciosamente las normas y recoger en algunas páginas amplísimos lienzos de acción... Los personajes de sus novelas son reales y vivientes... El procedimiento barojesco es un procedimiento dinámico, casi puramente dramático... El, por su amor a la propiedad, a la verdad, a la exactitud y precisión y al hallazgo de las líneas fundamentales, las que dan alma a las figuras y son, sin embargo, las menos observadas, ha sido el  inaugurador de una recia escuela de escritores que sacrifican sin escrúpulo ni dolor toda pompa inútil, toda inútil belleza a la verdad..."

Baroja fue un narrador excepcional, es sencillo y sin complicaciones; no saca conclusiones sino que se limita a enumerar premisas; es austero, una austeridad que linda con la amargura y la decepción. Huye del arte predicador que hipertrofia mucha literatura.
Baroja escribió innumerables TRILOGÍAS,  también escribió novelas breves y cuentos.
La vida, las opiniones, la filosofía, la crítica de Baroja están expuestas  con prodigioso vigor y sinceridad en su obra.
Cabe señalar que la obra Barojiana ha sido traducida a innumerables idiomas y también se han  realizado varios filmes basados en sus novelas.

Fuentes:
Ortega y Gasset, José: El espectador, tomo I, 1916.
Garnelo, B:  La obra literaria de Baroja en la Ciudad de Dios, 1913.
Gómez de la Serna, Ramón: Retratos contempóraneos, Buenos Aires 1944.
Granjel Luis: Retrato de Pío Baroja. Barcelona, 1954.
ïndice de Artes y Letras, números 70-71- Madrid, enero-febrero 1954.
Arbó, Sebastián Juan: Pío Baroja. Barceñpma. Planeta, 1964.

NOTICIAS DE INTERÉS: EL ESCRITOR CHILENO JORGE EDWARDS

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Jorge Edwards

"Cada vez tengo menos paciencia con la majadería y la burocracia"

Alberto OJEDA | Publicado el 04/07/2011

El escritor, galardonado hoy con el premio González-Ruano de Periodismo, inaugura con una conferencia los cursos de la Complutense en El Escorial



A Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931) le toca este año abrir los cursos que la Universidad Complutense organiza todos los años en El Escorial. El autor chileno, Premio Cervantes en 1999, tiene pensado reivindicar en su conferencia inaugural la figura del escritor humanista, que, en su opinión, es aquel que busca con su obra dar una explicación global del mundo. O lo que es lo mismo: aquel para el que la literatura es mucho más que un mero entretenimiento. Y cita como ejemplo a su querido Montaigne, a Thomas Mann, a André Gide, a Kafka, a Vargas Llosa, a Camus y a Donoso. Él busca lo mismo cada vez que se pone a escribir en su despacho de la embajada de Chile en París, en el que también lo hacía su predecesor en el cargo y buen amigo suyo: Pablo Neruda. Ahora está enfrascado en sus memorias. El primer tomo (serán 3 en total), que abarca hasta los 21 años, ya lo tiene a punto. En él recuerda cómo se fue forjando su vocación literaria en las tabernas de Santiago, donde los escritores en ciernes abrevaban con ansia un vino peleón que les dejaba en la bocaCírculos morados (he ahí el título del libro).

Pregunta.- ¿De qué va hablar en su conferencia de apertura oficial de los cursos de El Escorial?
Respuesta.- Hubo una época en la que se hablaba mucho de la función social de la literatura, sobre si tenía alguna posibilidad de cambiar el estado de las cosas. Los que sostenían que sí fueron criticados y sus teorías acabaron superándose. Yo lo que defiendo, y de esto es de lo que voy a hablar, es de la figura del escritor humanista, encarnada por autores como Thomas Mann, André Gide, a su manera Kafka, o Montaigne... Ellos no sólo tenían una concepción estética de lo literario sino también ética. Su aspiración era construir una visión global de mundo.

P.- ¿Y esa es también su aspiración?
R.- Creo que sí. Es la mi generación, la de Vargas Llosa, Donoso..., muy influida por la lectura de unos determinados autores, cuyas intenciones iban mucho más allá del entretenimiento. Ahora se pueden encontrar autores de novelas policíaca muy divertidos y muy hábiles, pero que están muy lejos alguien tan completo como Albert Camus. Es una idea polémica pero yo la quiero plantear con ironía y con un enfoque moderno.

P.- Los círculos morados es el título del primer tomo de sus memorias. Remite a las manchas que el vino malo que bebía en la juventud dejaba en su boca. ¿Qué le debe su vocación por la literatura a aquel vino peleón?
P.- Bueno, es un título provisional que me parece simpático. Ese vino tabernario representaba la salida del redil, del orden familiar y burgués, y entrar en un mundo nuevo y peligroso, conectado con el de los poetas malditos. Ese vino tiene mucha fuerza simbólica.

P.-¿Hasta qué etapa llega este primer tomo?
P.- Mi idea es escribir tres, no muy largos, de unas 260 páginas cada uno. Este primero llega hasta los 21 años, cuando publico mi primer libro, conozco a mi mujer y cruzo por primera vez el umbral de la casa de Pablo Neruda. El segundo acabará con la llegada de Allende al poder o el golpe de Pinochet. Y el tercero se ocupará de los años recientes. Son unas memorias ambiciosas, porque abarcan un arco temporal muy amplio. La primera parte es más literaria, porque el tiempo le da un tono de ficción e incluso poético a los hechos remotos. Y la segunda son más retratos y conversaciones con personas relevantes que he conocido: Cortázar, Vargas Llosa, Neruda, Allende...

P.-¿En qué punto de escritura se encuentran?
P.- Del primer tomo tengo un borrador y lo he corregido detenidamente hasta las últimas 20 o 25 últimas páginas. Si el editor me pidiera publicarlo ya, trabajando en jornadas de 15 horas los próximos días lo tendría. Pero prefiero ir más despacio.

P.- A usted, a lo largo de su carrera, le han atacado desde la derecha y desde la izquierda. ¿Desde que flanco lo han hecho con mayor inquina?
P.- Sí, me han atacado desde la izquierda y la derecha política y también desde ciertos sectores de la crítica. Han sido ataques que no siempre han sido coherentes. Es algo muy típico en lo que yo llamo las provincias del idioma. En ellas hay la sensación de que no hay espacio para todos y de ahí esa tendencia a la guerrilla literaria. Aunque también ha sucedido en España. A escritores como Pío Baroja o el propio Unamuno fueron víctimas de auténticos linchamientos. Eso no ocurre en Francia. Su historia de la literatura está llena de puntillazos y golpes bajos de unos autores a otros, pero al final entre ellos triunfa la siempre la confraternidad.

P.-¿En qué medida son compatibles la diplomacia y la literatura?
P.- Hay una gran tradición de escritores diplomáticos. Pero esa compatibilidad hace crisis en los tiempos actuales, porque un escritor no sólo debe dedicarse a escribir, también tiene que dar conferencias para inaugurar cursos, atender a periodistas que le llaman para hacerle entrevista [ríe, cómplice]... Son un montón de tareas anexas que hace lo de escribir algo muy dificultoso.

P.-¿Cuánto tiempo se ve más como embajador de Chile en Francia?
P.- No mucho, la verdad. Me siento viejo y cada vez tengo menos paciencia con la majadería, la burocracia y la lentitud. No me quiero morir de embajador.

P.-¿Qué se siente escribiendo en la misma habitación que lo hacía Neruda?
P.- En este edificio aletean los fantasmas de varios escritores. Aquí también escribió Alberto Blest Gana, autor de Martín Rivas y Durán de la reconquista. Huidobro también pasó por aquí. Hay algo muy literario en este edificio.

P.-¿Y qué balance hace del gobierno Piñera?
P.- Está siendo un gobierno enérgico. La economía va bien a pesar de que muchos presagiaban un retroceso y la protección social no se ha recortado, más bien al contrario. Está encontrando mucha resistencia popular sobre todo en sus iniciativas en educación. Voy a viajar ahora allí y tengo mucha curiosidad en comprobar si la resistencia estudiantil es algo razonado o algo meramente romántico y situacionista. 

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