Thursday, November 28, 2013

Eduardo Berti


Eduardo Berti
Cronología
1964
Nace en la ciudad de Buenos Aires.
1983
Comienza a colaborar en el suplemento Cerdos y Peces de la revista El Porteño.
1984
Realiza colaboraciones para la revista El Porteño.
1987
Empieza a trabajar como periodista en Página/12. La vinculación con el diario se prolongará hasta 1992.
"Estuve cinco años en un diario y me dí cuenta de que no era ésa mi vocación, que no tengo la sangre del periodista que está ‘al pie del cañón’ como se dice en la redacción. Hay gente que la tiene y es admirable, pero a mi me gusta más el periodismo más libre, más atemporal que se toca más para la cultura, la sociedad...
Cuando edité mi primer libro de cuentos y mi primera novela para mucha gente la sorpresa fue: no hay rock. Claro, es muy fácil de poner una etiqueta a alguien, es lógico. Entré al diario y casi todos tenían diez años más que yo, entonces claro ¿que hace el joven? – o hace fútbol o hace rock. Entonces terminé especializarme más que quería en el tema del rock. Razón por la cual, cuando saqué mis primeros libros, esperaban encontrar rock. Pero la verdad es que no me interesaba eso. Me gusta la literatura que imagine que inventa, me parece mucho más interesante escribir justamente sobre lo que no conocía que sobre lo que conozco", explica Berti en una entrevista de Hedda Dunker, website caiman.de, enero de 2003.
1988
La editorial AC, de Buenos Aires, publica su libro de ensayo "Spinetta, Crónicas e iluminaciones."
Comienza a trabajar en la radio libre "El bulo de Merlín".
1990
Aparece, en Buenos Aires, su libro de ensayo "Rockología. Documentos de los '80", publicado por la editorial Beas.
1992
Hasta 1995, trabajará como guionista y realizador de los documentales sobre la historia del rock argentino "La Cueva" y "Rocanrol"
1994
Se publica su libro de relatos "Los pájaros" (editorial Beas).
"Hace ya muchos años quise releer ‘La gallina degollada’. Me impulsaba la nostalgia aunque también la intriga de averiguar si, frente al libro, hallaría al mismo niño-lector lleno de terror. Descubrí entonces que no tenía el libro y fui en busca de una nueva copia. Además de la vieja edición de Losada había otra en la librería, una edición de origen mexicano, y al verla sentí un tonto alivio… Sólo al llegar a casa vi que el libro estaba fallado. Un bloque de páginas (‘un pliego’, diría un imprentero) se repetía en reemplazo de otras tantas páginas. El cuento más perjudicado por este defecto no era otro que ‘La gallina degollada’. Pero lo que más atrajo mi atención fue la primera página del libro. Había allí una firma y una fecha: 16/11, o sea, el día de mi cumpleaños. Se trataba de una pequeña estafa, ya que me habían vendido como nuevo un libro usado… A partir de allí empezó, por algún tiempo, lo que he dado en llamar el ‘síndrome del libro fallado’. De cada veinte o treinta libros que adquiría, uno tenía algún error. Mientras ocurría todo esto, mi amigo insistía con que tenía que escribir un cuento sobre libros fallados. Si desoía sus sugerencias era, entre varios motivos, porque me parecía presuntuoso imaginar que Quiroga se había tomado la celestial molestia de averiguar la fecha de mi cumpleaños. Casi me había olvidado del libro de Quiroga y del ‘síndrome’ cuando en el suplemento cultural del diario Clarín, de Buenos Aires, tropecé con un texto de Elvio Gandolfo sobre su libro ‘Dos mujeres’, y descubrí que cierto personaje se llamaba Berti. No sé por qué me vino a la memoria, de pronto, el libro de Quiroga. Lo busqué en mi biblioteca, le pegué una rápida hojeada y me fui a dormir. Al despertar, tenía todo un cuento nuevo en la cabeza. Nunca me sucedió algo así. No sé si soñé con el cuento y ya despierto lo rememoraba, o si el cuento estaba naciendo en ese instante y por suerte me pescaba despierto, para atraparlo. El cuento se llama ‘El definitivo Benincasa’ e integra este libro, ‘Los pájaros’, junto a once relatos cuya historia secreta es aún más aburrida", escribió Berti en el Epílogo, de la reedición del libro de cuentos ‘Los pájaros’, Editorial Páginas de Espuma, Madrid, España, 2003.
1995
Escribe el guión y realiza un video documental sobre Roberto Goyeneche.
Hasta 1998, trabajará como guionista y realizador de los documentales sobre la historia del tango "Mano a Mano" y "Volvertango".
1996
Escribe el guión y realiza un video documental sobre Enrique Cadícamo.
1997
La editorial Tusquets, de Barcelona, publica la novela "Agua".
"La historia y la aventura son las dos experiencias narrativas que se disputan los espacios de ‘Agua’, la primera novela de Eduardo Berti. Luis Agua, un gestor de una empresa de energía, intenta que los habitantes de un pequeño pueblo portugués instalen la luz artificial. Su arribo, celebrado por los vecinos burgueses –el bando ‘iluminista’–, será la gran oportunidad para la aldea de sumergirse en la corriente del progreso, de ingresar a la historia del siglo que comienza. Tan al margen de los nuevos tiempos como los ‘oscurantistas’ –campesinos y artesanos devotos de la iglesia, que ven en la luz eléctrica un invento demoníaco–, se encuentra el castillo medieval que domina la comarca, habitado por los Antunes Coelho, una familia de terratenientes moribunda. Cuando el apellido desaparece con la muerte del último de los Antunes, cuando la sucesión de generaciones se interrumpe, sobreviene el tiempo de la aventura: un tiempo afuera del tiempo, donde las jerarquías se reordenan, el poder se redistribuye, la herencia se reparte, la propiedad se discute. Hay aventura cuando un nombre propio -piedra fundamental de la identidad- se desprende de su portador y se pone a circular como una moneda, de mano en mano, de boca en boca. En la novela, los nombres propios se intercambian, se falsean, se duplican, se devuelven. Y no sólo circulan nombres: los personajes intercambian dinero, objetos, trabajo, títulos, servicios, alojamiento, historias, rumores, enfermedades. Esta sustitución desenfrenada tiene límites precisos: funciona dentro de espacios cerrados, la zona de exclusión impuesta por una peste o las habitaciones prohibidas de la fortaleza. Como la luz artificial que
progresivamente va revelando los secretos del castillo, la novela de aventuras es un artificio, una invención que brilla con luz propia entre las cuatro paredes del lenguaje", escribió Fermín Rodríguez, en Los Inrockuptibles, Buenos Aires, junio de 1997.
1998
Se radica en París.
"Me fui de la Argentina a fines de 1998, todavía con Menem en el poder. Ya se veían las grietas en el decorado pero no me fui por razones económicas, como está ocurriendo en líneas generales con la última oleada. En mi caso, hacía bastante que planeaba vivir por lo menos un tiempo en el extranjero, en busca de una experiencia que podría tildarse de educativa: contra la estrechez de miras del provincialismo. El hecho de estar creando lejos de mi país ha producido, además, una especie de efecto liberador que no es tan asombroso en sí pero que, en lo que a mí respecta, resulta nuevo. Nunca me interesó la literatura hiper-realista que pretende -o acaba siendo- un documento sociológico. Siempre he buscado en mis libros una cierta distancia frente al costumbrismo, ya sea por intermedio de la fantasía o la imaginación como del extrañamiento. Dos de las cualidades argentinas que más echo en falta son la calidez del trato humano y el culto de la amistad. Soy muy crítico de las relaciones humanas en Europa; y ni hablemos de París, donde reina una profunda soledad y un gravísimo individualismo. A esas cosas las extraño en mi vida cotidiana, del mismo modo que añoro -por ejemplo- el sol de los inviernos porteños. Pero no creo que esto afecte de forma especial mi proceso creativo", respondió Berti a Christian Kupchik, de la revista Elle de Buenos Aires, mayo de 2003.
1999
Aparece su novela "La mujer de Wakefield", publicada por la editorial Tusquets (Buenos Aires y Barcelona).
"Nathaniel Hawthorne escribió un relato, Wakefield, la ‘historia conjetural’ de un desterrado, considerado unánimemente, es decir, por Borges, como el más grande y perfecto artilugio narrativo de la historia, antecesor directo de los relatos de Melville y Franz Kafka… lo verdaderamente mágico, lo que por definición debía seguir siendo inexplicable, sigue en pie: ¿qué llevó a Wakefield a abandonar su casa? Nunca lo sabremos. Y si en el relato de Hawthorne el narrador abandonaba a su suerte al personaje una vez que, veinte años después, volvía a atravesar el umbral de su casa para refugiarse al lado de su mujer, junto al fuego, sin hacer referencia a su destino ulterior (Hawthorne deja adivinar que, en cierto sentido, cuando Wakefield vuelve a su casa ya está muerto) en la novela de Berti éste seguirá siendo el poseedor de un secreto que llevará consigo a la tumba. Berti se toma la libertad (¿y para qué sirve la literatura sino para tomarse libertades?) de dotar a la sumisa actriz secundaria del relato original de un papel protagónico y de modificar drástica, magistralmente, el final de la historia. Borges decía que Wakefield prefiguraba a Kafka. Si Kafka hubiera escrito esta historia, Wakefield no hubiera conseguido, jamás, volver a su casa. Hawthorne le permitía volver. Berti, discípulo declarado de los dos, también, pero su vuelta es mucho más atroz que su larga e inexplicable ausencia", escribió Guillermo Piro, en Clarín, Suplemento Cultura y Nación, Buenos Aires, domingo 8 de agosto de 1999.
2000
"La mujer de Wakefield" es considerada por el Times Literary Supplement de Inglaterra como uno de los mejores libros del año 2000.
2001
Recibe una nominación al premio francés Prix Fémina Etranger, a la Mejor Novela Extranjera por "La mujer de Wakefield".
2002
La editorial Emecé, de Barcelona, publica el libro de relatos "La vida imposible", dentro de la Colección Cruz del Sur.
"Acertadamente cita el texto de la contratapa, como antecedentes, o antepasados de este libro de Eduardo Berti, a Silvina Ocampo, Cortázar, Wilcock. Con ellos, comparte la curiosidad por la compleja trama de nuestras vidas y el abandono de la ilusión racional: por inconcebibles que parezcan algunos de sus relatos, nadie podría asegurar que en alguna parte, en algún momento, no se concreten. Y Berti consigue hacerlos verosímiles, gracias a la destreza en el manejo de un lenguaje que, sin ser del todo coloquial, se asegura, por su engañosa sencillez y su acento veraz, la complicidad del lector. (También Oscar Wilde pasó por aquí, con sus deliciosos apólogos.) Hay un reiterado mecanismo que, bajo distintas formas, produce similares resultados, las más de las veces asombrosos y casi siempre cómicos. No una comicidad explícita, estentórea, sino de una sutileza fuera de lo común, como en ‘Bovary’, o ‘Un artista y su falsario’. Este humor, no del todo negro pero sí bastante oscuro, no oculta las vetas de melancolía y de crueldad que recorren el conjunto: nada es lo que parecer ser, sospecha Berti, y la llamada realidad enmascara -bajo las apariencias del mundo de las cosas concretas- la atroz certeza de que el papel del hombre en la mecánica del universo no es de los más importantes. A la vez, el hombre es capaz de aportar a ese proceso inexorable, un ingrediente inesperado: la dimensión moral. La que no está ausente de estos cuentos, apólogos, parábolas, o como quiera denominárselos: textos a menudo mínimos pero casi siempre densos de significado", escribió Ernesto Schoo, en La Nación, Buenos Aires, 22 de mayo de 2002.
2003
"Los pájaros" es reeditado en Madrid por la Editorial Páginas de Espuma.
2004
Su novela "Todos los Funes" es finalista del Premio Herralde otorgado por la editorial Anagrama.
"Eduardo Berti va impregnando el relato de un ambiente onírico por medio de sutiles toques orientados hacia el absurdo y presenta situaciones que, sin marcar una ruptura con la realidad, sugieren la idea de un sueño. Con un asunto tan literario, en algunos pasajes la narración cede al ensayo. A los Funes de los libros se les suman otros dos bastante fantasmagóricos: un médico y un abogado que visitan al profesor en el cuarto de su hotel de Lyon. ¿Qué significan tantas coincidencias? La trama, que al principio se despliega como un road story, en esencia cuenta la vida de Funes a través de las conversaciones que éste mantiene con distintos interlocutores que le salen al paso: una pianista compañera de asiento en el tren, un cicerone ciego y una poeta chilena invitada al congreso, entre otros. Del relato de Borges se desprende el tema de la memoria y se establecen dos conjuntos opuestos entre memoria-vigilia-vida-luz-permanencia y olvido-sueño-muerte-tinieblas-fugacidad. Sin embargo, se trata de conceptos relativos porque, como advierte una frase garabateada en el bastón del ciego, ‘La bruma se torna realidad, basta con cerrar los ojos’… ‘Todos los Funes’ ofrece un final abierto que confundirá a algunos lectores deseosos de un desenlace lógico. Sin embargo, incitará a otros a releer sus páginas en busca de las claves que ayuden a su interpretación en un plano simbólico, porque ellas se dirigen más a las intuiciones del corazón que a las definiciones del cerebro" (Felipe Fernández, diario La Nación, Buenos Aires, 6 de febrero de 2005).
2005
Escribe el guión de "Nordeste", primer largometraje de Juan Solanas.
2006
Regresa a vivir a Buenos Aires.
http://www.buenosaires.gob.ar/areas/com_social/audiovideoteca/literatura/berti_bio2_es.php

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