Thursday, January 10, 2013
Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, III duque de Rivas
Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano, III duque de Rivas, grande de España, más conocido por su título nobiliario de duque de Rivas, (Córdoba, 10 de marzo de 1791 – Madrid, 22 de junio de 1865) fue un escritor, dramaturgo, poeta, pintor y político español, conocido por su famoso drama romántico Don Álvaro o la fuerza del sino (1835). Fue presidente del gobierno español (Consejo de Ministros entonces) en 1854, durante sólo dos días.
En 1823, Rivas fue condenado a muerte por sus creencias liberales y haber participado en el golpe de estado de Riego en 1820. Además se le confiscaron sus bienes y huyó a Inglaterra. Luego pasó a Malta en 1825 donde permaneció cinco años. En 1830 se marchó a París. Después de la muerte de Fernando VII en 1833, regresó a España al recibir la amnistía y reclamó su herencia, y además en 1834 murió su hermano mayor, Juan Remigio, y recayó en él por ello el título de Duque de Rivas. Dos años después fue nombrado ministro de la Gobernación. Luego emigró a Portugal por poco espacio de tiempo. A la vuelta desempeñó el papel de senador, alcalde de Madrid, embajador y ministro plenipotenciario en Nápoles y Francia, ministro del Estado, presidente del Consejo de Estado y presidente de la Real Academia Española y del Ateneo de Madrid en 1865.
En la literatura, Rivas fue protagonista del romanticismo español. Don Álvaro, fue estrenado en Madrid en 1835, y fue el primer éxito romántico del teatro español. La obra se tomó más tarde como base del libreto de Francesco Maria Piave para la ópera de Verdi La fuerza del destino (1862). Otra obra teatral romántica fue El desengaño en un sueño. También obras de teatro fueron Malek Adel, Lanuza y Arias Gonzalo y la comedia Tanto vales cuanto tienes, estas obras son más de estilo neoclásico. Como poeta, su obra más conocida es Romances históricos (1841), adaptaciones de leyendas populares en forma del romance, pero además escribió en poesía obras como Poesías (1814), El desterrado, El sueño del proscrito, A las estrellas y Canto al Faro de Malta. En prosa escribió Sublevación de Nápoles, capitaneada por Masaniello e Historia del Reino de las Dos Sicilias. En ensayo destacó en Los españoles pintados por sí mismos. Escribió romances al estilo de leyendas con brillantes descripciones y hábil fantasía histórica como La azucena milagrosa (1847), Maldonado (1852) y El aniversario (1854). Además realizó varios cuadros de costumbres.
El estreno en 1835, supuso el triunfo definitivo del Romanticismo en el teatro español y el alejamiento de las estrechas normas neoclásicas. Este drama complejo y variado funde acciones violentas y escenas costumbristas, el estilo elevado y el llano, el verso y la prosa, todo en rápida sucesión y de la mano del hado fatal que empuja a don Álvaro, paradigma del héroe romántico, a su angustiada destrucción.
Escena primera.
Duque de Rivas
Don Álvaro o la fuerza del sino
DRAMA ORIGINAL EN CINCO JORNADAS, Y EN PROSA Y VERSO
AL EXCMO. SR. D. ANTONIO ALCALÁ GALIANO en prueba de constante y leal amistad en próspera y adversa fortuna.
ÁNGEL DE SAAVEDRA, DUQUE DE RIVAS
PERSONAS
DON ÁLVARO. UN CAPELLÁN DE REGIMIENTO.
EL MARQUÉS DE CALATRAVA. UN ALCALDE.
DON CARLOS DE VARGAS, su hijo. UN ESTUDIANTE.
DON ALFONSO DE VARGAS, ídem. MESONERO.
DOÑA LEONOR, ídem. LA MOZA DEL MESÓN.
CURRA, criada. EL TÍO TRABUCO, arriero.
PRECIOSILLA, gitana. EL TÍO PACO, aguador.
UN CANÓNIGO. EL CAPITÁN PREBOSTE.
EL PADRE GUARDIÁN DEL UN SARGENTO.
CONVENTO DE LOS ÁNGELES. UN ORDENANZA A CABALLO.
EL HERMANO MELITÓN, portero del mismo. SOLDADOS ESPAÑOLES,
ARRIEROS, LUGAREÑOS Y
PEDRAZA Y OTROS OFICIALES. LUGAREÑAS.
UN CIRUJANO DE EJÉRCITO.
Jornada primera
La escena es en Sevilla y sus alrededores
La escena representa la entrada del antiguo puente de barcas de Triana, el que estará practicable a la derecha. En primer término al mismo lado un aguaducho, o barraca de tablas y lonas, con un letrero que diga: Agua de Tomares: dentro habrá un mostrador rústico con cuatro grandes cántaros, macetas de flores, vasos, un anafre con una cafetera de hoja de lata, y una bandeja con azucarrillos. Delante del aguaducho habrá bancos de pino. Al fondo se descubrirá de lejos parte del arrabal de Triana, la huerta de los Remedios con sus altos cipreses, el río y varios barcos en él, con flámulas y gallardetes. A la izquierda se verá en lontananza la alameda. Varios habitantes de Sevilla cruzarán en todas direcciones durante la escena. El cielo demostrará el ponerse el sol en una tarde de julio, y al descorrerse el telón aparecerán: EL TÍO PACO, detrás del mostrador en mangas de camisa; EL OFICIAL, bebiendo un vaso de agua, y de pie, PRECIOSILLA a su lado templando una guitarra; EL MAJO y los DOS HABITANTES DE SEVILLA, sentados en los bancos
ESCENA PRIMERA
OFICIAL. Vamos, Preciosilla, cántanos la rondeña. Pronto, pronto: ya está bien templada.
PRECIOSILLA. Señorito, no sea su merced tan súpito. Déme antes esa mano, y le diré la buenaventura.
OFICIAL. Quita, que no quiero zalamerías. Aunque efectivamente tuvieras la habilidad de decirme lo que me ha de suceder, no quisiera oírtelo... Sí, casi siempre conviene el ignorarlo.
MAJO. (Levantándose.) Pues yo quiero que me diga la buenaventura esta prenda. He aquí mi mano.
PRECIOSILLA. Retira usted allá esa porquería... Jesús, ni verla quiero, no sea que se encele aquella niña de los ojos grandes.
MAJO.(Sentándose.) ¡Qué se ha de encelar de ti, pendón!
PRECIOSILLA. Vaya, saleroso, no se cargue usted de estera, convídeme a alguna cosita.
MAJO. Tío Paco, déle usted un vaso de agua a esta criatura, por mi cuenta.
PRECIOSILLA. ¿Y con panal?
OFICIAL. Sí, y después que te refresques el garguero y que te endulces la boca, nos cantarás las corraleras. (El aguador sirve un vaso de agua con panal a Preciosilla, y el Oficial se sienta junto al Majo.)
HABITANTE 1º. Hola; aquí viene el señor canónigo.
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